Entre todos ellos he querido destacar uno que me ha llamado la atención por sus resultados y por tener una procedencia natural, dos hechos fundamentales para decidirte a realizar uno de estos tratamientos.

La Bioestimulación se consigue a partir de la infiltración en la piel con Factor de Crecimiento (FCE), extrae sangre venosa para verterla a unos tubos anticoagulantes, y que tras un proceso coordinado de centrifugación se aíslan los glóbulos rojos, los blancos y el plasma, para separar posteriormente el plasma rico en plaquetas y activarlos, todo ello bajo estrictas condiciones de esterilidad. El último paso es la infiltración en forma de mesoterapia, y tras la aplicación de una crema anestésica, en el rostro del paciente, el cual ha sido previamente liberado de impurezas.
Los resultados son inmejorables, el tratamiento revitaliza la piel aportándole un aspecto más cuidado, una textura más suave, y una piel con más brillo y luminosidad, mejorando el tono y el color de la misma, sin producir alergias, todo ello con la seguridad de ponerte en manos de expertos médicos estéticos y de someterte a un proceso natural, que hará que el paso del tiempo no pase por ti.
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